domingo, 9 de octubre de 2011

Geopolítica del Pacífico Sur


La disputa por el dominio de los mares del Pacífico Sur entre el Perú y Chile se han dado desde antes de la Guerra del Pacífico de 1879, esta disputa por la supremacía marítima se ve reflejada entre la rivalidad de los puertos del Callao y Valparaíso.

Antecedentes
            La disputa por los mares entre peruanos y chilenos se puede remontar desde la época colonial, en donde el puerto del Callao era el puerto principal del Virreinato del Perú, opacando por durante 300 años al puerto de Valparaíso ubicado en la Capitanía General de Chile[1]. Al momento de darse la independencia del Perú, Don José de San Martín recibió financiamiento de la burguesía alojada en Valparaíso con la finalidad de que una vez logrado el objetivo, los financistas puedan obtener privilegios dentro del puerto chalaco[2]. Otro de los antecedentes de esta disputa se da cuando el Perú y Bolivia deciden formar la Confederación Perú-Boliviana y con ello fortalecer su presencia política en la región andina, esta acción tomada por ambos gobiernos puso en serios aprietos a los intereses de la burguesía chilena, la cual veía como un país con demasiado poder al norte de sus fronteras, debido a que el comercio que había en el puerto del Callao se incrementaría por una de competitividad opacando por completo al puerto de Valparaíso[3].

            Guerra del Pacífico
            Este fue sin duda el capítulo que marcó el devenir histórico de la región, la disputa entre peruanos y chilenos por el control del guano y del salitre de Tarapacá y Antofagasta. Por el lado del Perú teníamos el apoyo de Bolivia, quien contaba con un ejército muy mal equipado, y por el lado de los chilenos contaban con el apoyo indirecto de la Armada Inglesa y la preparación del ejército chileno en los comandos prusianos de la época[4]. El resultado de esta guerra definió un sentimiento de anti-nacionalismo mutuo que con el pasar de los años no se ha podido dejar de lado, puesto que luego de este episodio histórico las rivalidades peruano-chilenas siempre se han dado.

           El S. XX y las rencillas territoriales
            Perú y Chile empezaron el S. XX con un fuerte problema territorial por el control de Tacna y Arica, las cuales deberían haberse definido por un plebiscito que no se dio en su debido momento, siendo definido luego la frontera territorial en el gobierno de Augusto B. Leguía por el cual Tacna quedó con el Perú y Arica con Chile. El término de la demarcación de las fronteras no terminó la serie de roces entre los peruanos y chilenos, los cuales daban esfuerzos mutuos por mejorar sus relaciones tales como lo muestra el Tratado Pesquero firmado en 1954[5], pero que luego no lograban su objetivo máximo de la integración entre ambos países. En 1970 con la llegada de Juan Velasco Alvarado al poder, el ejército peruano empezó a entrar en una fase de armamentismo dentro del marco del nuevo plan de Defensa y Desarrollo Nacional implementado por el gobierno revolucionario de las Fuerzas Armadas, producto de ello se compró aviones Su-22 a la Unión Soviética, se adquirió tanques T-55 y la repotenciación de la Marina de Guerra del Perú. Esta preparación bélica llevó como resultado a que en 1975 el Perú y Chile casi entran en conflicto bélico, cuando el General Velasco había dispuesto mandar a los buques de guerra del Perú hacia la frontera con Chile, pero días antes de lo que era una inminente guerra,  Francisco Morales Bermúdez, da un golpe de estado evitando así que se cumpliese con el cometido[6].

            La Disputa ante la Corte de la Haya
            Comenzando el S. XX el Perú en una histórica decisión decide llevar ante la Corte Internacional de la Haya la disputa con la República de Chile por la falta de delimitación marítima, esta decisión emprendida por el entonces Canciller de la Republica, Manuel Rodríguez Cuadros[7], marca el comienza de una reivindicación nacional con su historia, este juicio  cuyo veredicto se dará en el gobierno del presidente Humala y cuyo fallo esperamos todos los peruanos que sea a favor de la causa nacional.

            La Carrera Armamentística de Chile
            Por otro lado, los chilenos aprendieron bien que no podían ser un país sin un ejército que garantizase la seguridad de sus fronteras luego del incidente del 75’con el Perú y luego del Conflicto del Beagle con Argentina[8], por lo cual emprendieron una carrera armamentística, la cual fue continuada por los siguientes presidentes elegidos democráticamente, incluso se dio la Ley del Cobre, por la cual un % de lo recaudado iría directamente al equipamiento y repotenciación de las Fuerzas Armadas de Chile.

            Visión Marítima del Perú
            Tal ves uno de los visionarios que el Perú tuvo en cuanto a la defensa de la soberanía nacional, fue Ramón Castilla, presidente del Perú (1845-51,1858-62) que afirmó: “para mantener a raya los intereses de los chilenos sobre nuestros territorio nacional, es necesario tener una Marina de Guerra bien implementada que domine las costas del Pacífico Sur…”[9]  Las intenciones del presidente Castilla por ese entonces era reforzar la Marina de Guerra, luego de lo ocurrido en la Guerra entre la Confederación Perú-Boliviana y Chile, pero lastimosamente no se tomó acciones para poder lograr dicho objetivo, en cambio el ejército chileno de ese entonces guiado por su ideólogo Diego Portales, comenzó una carrera armamentística que desembocó en la Guerra del Pacífico.

            Ya en la década del 50’ en un proceso de renovación de pensamiento militar, el CAEM marcó la pauta de la nueva visión que se tenía que tener con respecto al desarrollo y la defensa nacional, lo cual volvió a coincidir en la importancia de tener una Marina de Guerra del Perú preparada para evitar otra vergüenza nacional en caso de un conflicto bélico. De esta generación tenemos militares ilustres como Juan Velasco Alvarado, Edgardo Mercado Jarrrín, entre otros. Durante el gobierno de Alejandro Toledo, el ministro de Defensa Roberto Chiabra, refuerza la Marina de Guerra del Perú adquiriendo ocho fragatas Lupo que fueron compradas a la Marina de Guerra de Italia[10].  Pero lastimosamente en el gobierno de Alan García, el equipamiento en general de las Fuerzas Armadas se dejó de lado, lo que ocasiona que tengamos una desventaja en nuestro material bélico con respecto al ejército de Chile.

            FLOTA NAVAL DEL PERÚ
            La Marina de Guerra del Perú esta integrada por 26 mil marinos y 5 mil civiles, cuyo máximo jefe es el Almirante Jorge DE LA PUENTE Ribeyro. La Marina está dividido en V Zonas Navales (4 son marítimas y una es fluvial). La Marina esta compuesta por:
  • BAP ALMIRANTE GRAU: Países Bajos (1973) Buque Insignia de la Marina de Guerra del Perú – Crucero Ligero Lanzamisiles
  • BAP Carvajal: Italia (1970) Fragata de Misiles Guiados
  • BAP Villavisencio: Italia (1970) Fragata de Misiles Guiados
  • BAP Montero: Italia (1979) Fragata de Misiles Guiados
  • BAP Mariátegui: Italia (1979) Fragata de Misiles Guiados
  • BAP Aguirre: Italia (2003) Fragata de Misiles Guiados
  • BAP Palacios: Italia (2004) Fragata de Misiles Guiados
  • BAP Quiñones: Italia (2005) Fragata de Misiles Guiados
  • BAP Bolognesi: Italia (2005) Fragata de Misiles Guiados (este último en proceso de actualización)
  • BAP Angamos: Alemania (1976) Submarino de Guerra
  • BAP Antofagasta: Alemania (1976) Submarino de Guerra
  • BAP Pisagua: Alemania (1977) Submarino de Guerra
  • BAP Chipana: Alemania (1977) Submarino de Guerra
  • BAP Islay: Alemania (1970) Submarino de Guerra
  • BAP Arica: Alemania (1970) Submarino de Guerra
  • BAP Velarde: Francia (1970) Corbeta de Misiles Guiados
  • BAP Santillana: Francia (1970) Corbeta de Misiles Guiados
  • BAP de los Héros: Francia (1970) Corbeta de Misiles Guiados
  • BAP Herrera: Francia (1971) Corbeta de Misiles Guiados
  • BAP Larrea: Francia (1971) Corbeta de  Misiles Guiados
  • BAP Sánchez Carrión: Francia (1971) Corbeta de Misiles Guiados
  • BAP Paita: EEEUU (1999) Buque de Asalto Anfibio
  • BAP Callao: EEUU (1999) Buque de Asalto Anfibio
  • BAP Pisco: EEUU (1999) Buque de Asalto Anfibio
  • BAP Eten: EEUU (1999) Buque de Asalto Anfibio
  • BAP Racine: EEUU (2009) Buque de Asalto Anfibio
  • BAP Fresno: EEUU (2009) Buque de Asalto Anfibio
            FLOTA NAVAL DE CHILE     
            La Armada Chilena está compuesta por 25 mil marinos y está comandada por el AlmiranteEdmundo GONZÁLES Robles. La Armada está divida en IV Zonas Navales, las cuales están compuestas por:
  • ALMIRANTE WILLIAMS: Reino Unido (2003) Buque Insignia de la Armada Chilena – Fragata Lanzamisiles
  • Almirante Cochrane: Reino Unido (2006) Guerra Anti-Submarina
  • Almirante Lynch: Reino Unido (2006) Guerra Anti-Submarina
  • Almirante Conrell: Reino Unido (2006) Guerra Anti-Submarina
  • Almirante Latorre: Países Bajos (2005) Defensa Anti-Aérea
  • Capitán Prat: Países Bajos (2006) Defensa Anti-Aérea
  • Almirante Blanco Encalada: Países Bajos (2006) Fragata Multipropósito
  • Almirante Riveros: Países Bajos (2007) Fragata Multipropósito
  • General O’Higgins: España (2005) Submarino de Guerra
  • General Carrera: Francia (2006) Submarino de Guerra
  • Capitán Simpson: Alemania (1984) Submarino de Guerra
  • Comandante Thompson: Alemania (1984) Submarino de Guerra
  • Almirante Merino: Suecia (1997) Submarino de Guerra
  • Teniente Orella: Alemania (1998) Corbeta de Misiles Guiados
  • Teniente Serrano: Alemania (1998) Corbeta de Misiles Guiados
  • Teniente Uribe: Alemania (1998) Corbeta de Misiles Guiados
  • Guardiamarina Riquelme: Alemania (1999) Corbeta de Misiles Guiados
  • Casma: Israel (1979) Corbeta de Misiles Guiados
  • Chipana: Israel (1979) Corbeta de Misiles Guiados
  • Angamos: Israel (1979) Corbeta de Misiles Guiados
  • Aquiles: Chile (1980) Buque de Asalto Anfibio
  • Rancagua: Chile (1980) Buque de Asalto Anfibio
  • Chacabuco: Chile (1980) Buque de Asalto Anfibio
  • Elicura: Chile (1980) Buque de Asalto Anfibio
  • Orompello: EEUU (1984) Buque de Asalto Anfibio
            Conclusiones:

            Durante los últimos dos gobiernos de Chile, en especial el gobierno de Michelle Bachelet, el armamentismo chileno se ha incrementado enormemente, lo cual se ve reforzada por su teoría de la triple guerra que manejan los centros geopolíticos de dicho países[11], por otro lado, el Perú tiene necesariamente por la tradición histórica y por su crecimiento constante de su comercio marítimo, reforzar sus dominios repotenciando las fuerzas armadas, en especial la Marina de Guerra del Perú.

            La repotenciación de las fuerzas armadas no solo pasa por el hecho de un posible conflicto bélico, si no pasa por dar resguardo y seguridad a nuestro crecimiento económico, es una simple lógica que todos los países del mundo tienen y que un claro ejemplo es Brasil, que mientras mas crece económicamente, más refuerza sus FFAA sin tener un rival natural (puesto que las relaciones con Argentina han mejorado inmensamente) pero aún así Brasil sabe que un sistema internacional gobernando por el principio de anarquía cualquier cosa puede suceder. Que esta vez la historia no nos gané, recordemos la célebre frase de Jorge Basadre: “Quien no aprende de su historia, está condenado a volver a repetirla…” La defensa de nuestros puertos y de nuestra soberanía marítima debe de ser una de las principales políticas de estado.
                                                                                                                                                               Pedro Guevara
 ___________________________________________________________________________________________

[1] BONILA, Heraclio, “La Independencia del Perú” en IEP, 1972.

[2] DE LA PUENTE CÁNDAMO, José Agustín, “El Protectorado de San Martín” en Editorial Brasa, Lima 2002.

[3] DE LA PUENTE CÁNDAMO, José Agustín, “Presidencialismo, caudillismo y populismo” en Fondo Editorial PUCP, 2003.

[4] BONILLA, Heraclio, “Guano y Burguesía en el Perú” en IEP, 1984.

[5] Ministerio de Relaciones Exteriores, Archivos de Tratados Históricos.         

[6] Revista Caretas, Edición N° 1574, 1999.

[7] Diario La Primera, Noviembre del 2010: La Réplica ante la Haya.

[8] FRÍAS VALENZUELA, Francisco, “Historia de Chile” en Editorial Zig-Zag, 1999.

[9] CONTRERAS, Carlos, “Historia del Perú Contemporáneo” en IEP, 2004.

[10] Diario La República,

[11] Ministerio de Defensa de Chile

domingo, 2 de octubre de 2011

Geopolítica de Estados Unidos en Asia Central


Estados Unidos se encuentra en crisis económica desde el 2008 y ello ha llevado al hegemón a reforzar su seguridad interna y externa debido a la gran cantidad de antipatías que se ha ganado por el mundo entero. El vacío geopolítico que dejó la Unión Soviética por la región de Asia Central ha generado la aparición de una serie de naciones débiles que ha despertado el interés de volver a tomar las riendas del destino de esta región a la Federación Rusa y por otro lado, la República Popular China que cada ves más adquiere un papel protagónico en la región debido a su crecimiento económico.

            Esta región siempre ha sido una zona conflictiva y disputada desde sus inicios, basta recordar las guerras de Gengis Kan, el Imperio Mogol, luego la llegada de los británicos, la expansión rusa hacia Asia Central, y luego la disputa entre Estados Unidos y la Unión Soviética por el control de la zona, en este último tramo de 40 años Asia Central estuvo bajo la influencia soviética (Nerhu en India, Irán, Siria) y Asia Pacífico estuvo bajo la influencia estadounidense (Japón, Indonesia, Tailandia).

            Estados Unidos declaró que la caída de la cortina de hierro no debe de ser sustituida por un velo de indiferencia y adoptó un discurso propio del pensamiento de la escuela realista del pensamiento político la cual considera que Rusia y Alemania son dos potencias depredadoras a las cuales hay que hacerles un constante seguimiento por el gran poder que ambas juntas podrían tener[1]. George W. Bush en el 2002 declaraba:

“Somos una fuerza militar sin paralelo, tenemos el derecho de actuar en todo el mundo para imponer la economía de mercado y garantizar la seguridad energética, podemos atacar a quien consideremos una amenaza o a cualquier país que pueda convertirse en una competencia militar”. (Longo, 2004)”

Con ello Estados Unidos dejaba en claro que tenía derecho de actuar en todo el mundo y la posibilidad de atacar a los posibles enemigos de la seguridad estadounidense, lo que equivale a que pueden pasar por encima de la soberanía de los pueblos excluir política y económicamente a la nación que se les oponga, defender los intereses de las transnacionales, eliminar las leyes internas que impida la explotación de los mismos, liberar aún más los mercados, la recolonización de nuestros conocimientos, de nuestros saberes, de nuestras culturas; despojo de nuestra propiedad intelectual y de la memoria ancestral que poseemos como pueblos[2].

Para cumplir todos sus cometidos, Estados Unidos cuenta con una fuerza superior de dos millones de efectivos, esparcido en los cinco continentes, son los que poseen el mejor y más sofisticado equipamiento, la óptima tecnología, el mejor entrenamiento y por si fuera poco sus soldados, son profesionales y tiene los mejores salarios del planeta. Se necesita sumarse cinco fuerzas armadas de las más potentes del mundo para igualar el poder militar estadounidense, un hecho sin precedente desde Roma en donde su ejército equivalía a los 40 ejércitos más fuertes de las naciones entonces conocidas.[3]

Estados Unidos cuenta con 4500 bases militares dentro de su territorio y 823 fuera de ella: 21 en América (6 en Colombia), 513 en Europa, 36 en Asia Central, 248 en Asia Pacífico y 5 en África, en una extensión que ocupa más de 2.5 millones de hectáreas en los cinco continentes. Aparte de lo mencionado, cuenta con 106 bases militares instaladas desde el 2005 en Irak y Afganistán y otras más que se están construyendo en Israel, Qatar, Kirguistán, Uzbekistán, y las 20 bases militares que tiene de manera compartida con el ejército de Turquía[4].

El Comando Central de las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos para Asia Central y África (llamada USCENTCOM) tiene jurisdicción desde Kazajstán, Afganistán, Pakistán, Irán, Irak, la Península Arábiga hasta la parte noreste de África, Egipto, Sudán, Etiopía, Somalia y Kenia. EL USPACOM es el Comando destinado para Asia Pacífico y su jurisdicción abarca desde India, China, Japón, Australia y Nueva Zelanda, y es este el comando que más preocupa a la seguridad China, por la gran cantidad de recursos que Estados Unidos le dedica a este comando ya que tiene el apoyo de la III y IV Flota Naval[5].

El potencial que esas flotas navales despliegan es impresionante. No sólo en términos de armamentos nucleares y tecnología, sino en todo el dispositivo que lograr desplazar sobre el mar. Cada flota naval tiene 120 aviones de guerra, 60 tanques, 3 submarinos nucleares y 12 navíos de escolta. Lo más sorprendente es su capacidad de bombardeo. Se sabe que cualquier punto de la tierra puede ser atacado por un avión estadounidense en menos de 90 minutos, despegando de un portaviones que son los buques insignia de las flotas navales. Un ataque de esa naturaleza, ordenado por el presidente de Estados Unidos, podría ocurrir sin que una aeronave supersónica necesitara aterrizar en tierra o reabastecerse. Levanta el vuelo, ataca y regresa a la base en el portaviones nuclear[6]. (Negra, 2008)
Sin embargo, Estados Unidos asegura que se dispuso reactivar la IV Flota Naval para dar respuesta a desastres naturales; realizar operaciones humanitarias y de asistencia médica; combatir el narcotráfico; y cooperar en temas ambientales y en tecnología. Estados Unidos negó que la flota incluya un portaviones, aunque sí admite que el George Washington podría “pasar” por la región y unirse eventualmente a la IV Flota y agrega, la formación “no tiene capacidad ofensiva, ni portaviones, ni barcos de guerra. Su buque más grande es un hospital”. Si toda esta información no es suficiente para determinar el poderío militar de Estados Unidos y la militarización de la zona, cuenta además con el NORAD (Comando Norteamericano de Defensa del Espacio Aéreo) que en este año cumple 50 años de existencia; y no entra en este análisis la fuerza aérea pero que apoya de manera directa a la IV Flota Naval.

El término de la Guerra Fría y la expansión militar de la OTAN nos aboca al estudio sistémico de las interacciones económicas y políticas internacionales y regionales más recientes, y de las transformaciones globales que desde finales del siglo XX se perciben en la articulación geoeconómica y geopolítica del capital. Presenciamos manifestaciones claras de antagonismo del sistema global de interacciones económicas, políticas y estratégicas en un contexto deteriorado de polarización global, derivada de una masiva e irracional redistribución regresiva de la riqueza, del colapso ambiental y del agotamiento de los recursos estratégicos, no sólo de los combustible fósiles y minerales del planeta, sino también de los bióticos, del agua y de la biósfera requerida para el sostenimiento de la vida[7].

El reacomodo geopolítico de la región aún no ha terminado de darse, China ante esta ola de crecimiento bélico de los Estados Unidos, ha venido aumentando constantemente su poderío militar, que incluye la construcción de su primer Portaavión para el resguardo de sus aguas territoriales y la innovación en tecnología bélica para la mejora de su potencialidad como ejército. Estados Unidos y su visión unipolar han entrado en crisis mundial y producto de esto, cada vez más será más frecuente los roces con las potencias emergentes como China y Rusia lo que debe de ser manejado con hilos finos por la diplomacia, porque de lo contrario los fantasmas de la guerra fría vuelven a asechar tales como una posible guerra mundial que significaría el fin de la raza humana, pero ya no por una cuestión de luchas ideológicas, si no por una cuestión de supremacía mundial.