martes, 3 de mayo de 2011

Qué está pasando con la seguridad alimentaria ?


Para todos aquellos que no hacemos las compras del mercado, para todo aquellos que ignoramos el precio real de las cosas somos indiferentes al alza constante pero lenta de los precios de primera necesidad en nuestro país, pero aquellos que podemos aunque sea enterarnos por algunos periódicos de esta situación, pensamos y reflexionamos acerca de lo que esta sucediendo en verdad.
           
            La realidad en la que vivimos nos hace ciego de la situación real de nuestro mundo,  y es que en mundo como el actual, todo fenómeno mundial englobado bajo el título de globalización, termina repercutiendo en todas partes del mundo. Analizaremos algunas variables con respecto al tema y sus respectivas características.
           
            Primero, la base energética del mundo es el petróleo, aunque halla ahora otras combustibles como el gas, los biocombustibles (que más adelante explicaré) u otros más, pero en sí sigue siendo el petróleo la matriz energética con la que se mueve el mundo, este combustible fósil se encuentra en determinados lugares del mundo, los cuales en su mayoría se encuentran inmersos en una serie de conflictos bélicos por la posesión del oro negro. Estos conflictos, sumado a la escasez de dicho recurso, ha provocado una constante subida del precio del petróleo los cuales solo en breves chispazos de calma (como la muerte de Osama) baja o se detiene la subida, pero días después el precio sigue subiendo. En la actualidad el precio del barril del petróleo bordea los 120 $ dólares, cifra record que jamás antes se había vivido. Este precio como ya dije, se explica por los conflictos en medio oriente y la cada vez menor cantidad de pozos petroleros.

Pero resulta que esta subida del precio del petróleo ha impactado en el precio real de los alimentos, pues la cadena productiva de la producción agrícola se mueve a base de petróleo, desde las máquinas que se utilizan en la agricultura de las empresas agroexportadoras, pasando por el proceso de distribución, en donde se utiliza camiones para llevar a los mercados mayoristas, y de estos a los minoristas. El último mes de marzo el INEI anunció que el 36,7% de la inflación del mes de abril se debió al alza de los precios, esto significa que es un problema latente ya en nuestra sociedad, que lo podemos ver, primero que todo en la alza de los precios en los mercados, esto también se expresa en el alza de los precios de la comida en los restaurantes, lo que genera una sensación de desagrado en la población.

Otra variable que tenemos que tomar en cuenta es la cada ves menor cantidad de terrenos aptos para la agricultura, esto se debe a varias causas, entre las que podemos enumerar el crecimiento urbano, la salinización del terreno, el cambio climático y el traspaso de tierras de producción agrícola de consumo humano a tierras de producción agrícola para biocombustibles, este ultimo punto se debe a que el precio que se paga por el producto agrícola destinado a la producción de etanol es más alto que lo que la demanda paga para el consumo humano, lo que ocasiona, que dentro de la lógica racional de lucro de la persona dueña de la tierra, decida hacer este traspaso de producción en búsqueda de una mayor utilidad. Lastimosamente, dentro de esta lógica irracional no cabe lugar para la reflexión de que el ser humano tiene menor producción alimentaria, este problema se ve agravado con el aumento de la población mundial, lo que hace que la demanda pase a la oferta alimentaria. Esto traerá consecuencias terribles, como agudización de la desnutrición crónica en el mundo, falta de alimentos, aumento de los precios debido a la escasez y convulsiones sociales que mermarán la estabilidad política de cualquier país.

Esta bomba de tiempo que se viene, es preocupante, pues sin alimentos, sin agua y sin aire el ser humano como tal no puede vivir, son cosas elementales, la ley natural así lo dictamina, las soluciones a esta problemática pasa primero por todo por asegurar nuestra seguridad alimentaria, lo que significa, que dejemos de ser importador de alimentos, y empecemos a dar un mejor uso a nuestros terrenos, lo que a su ves implica que las tierras fértiles de los valles del norte, en especial de la propiedad del Grupo Romero dejen de ser utilizadas para la fabricación de biocombustibles y se utilice para cubrir la demanda alimentaria de nuestro país. Por otro lado el cambio de la matriz energética, que no solo tendrá beneficios positivos sobre la producción agrícola, si no sobre la economía en general, es fundamental, debido a que de esa manera evitamos la dependencia tan fuerte del petróleo externo. El gas de Camisea y el de Aguaytía usado correctamente nos proporcionan la estabilidad y la cantidad de tiempo necesario para poder empezar a producir energías alternativas tales como la eólica, solar, etc.… que poco a poco nos permita liberarnos de nuestra actual matriz energética. Con la seguridad alimentaria de una población no se juega, esto ya no pasa por una cuestión ideológica, si no pasa por un problema de sobrevivencia humana, así que es un problema con el cual se tiene que tomar cartas en el asunto ¡YA!

El ser humano tiene la capacidad tecnológica de poder producir grandes cantidades de alimentos y abastecer a la población mundial por años, pero lastimosamente, dentro de la lógica del mercado, solo se accede a los alimentos si se tiene dinero, y solo se produce un determinado producto agrario si este es rentable, de lo contrario no se hace, dejando de lado la necesidad real de la población humana.